Etiología de las venas varicosas

Las várices venosas son venas superficiales dilatadas en los miembros inferiores. En general, no se evidencia una causa. Las várices venosas típicas no producen síntomas pero pueden generar una sensación de plenitud, presión y dolor o hiperestesia en las piernas. El diagnóstico se basa en el examen físico. El tratamiento puede incluir compresión, cuidado de las heridas, escleroterapia y cirugía.
Las várices venosas pueden presentarse en forma aislada o asociarse con insuficiencia venosa crónica y también pueden desarrollarse después de una trombosis venosa profunda.

Etiología de las venas varicosas
La etiología suele ser desconocida, pero las várices venosas pueden ser secundarias a una insuficiencia valvular venosa primaria con reflujo o a una dilatación primaria de la pared venosa producida por una debilidad estructural. En algunas personas, las várices venosas son secundarias a insuficiencia venosa crónica e hipertensión venosa. En la mayoría de los pacientes no se detectan factores de riesgo evidentes. Las várices venosas son frecuentes en algunas familias, lo que sugiere un componente genético. Las várices venosas son más comunes en las mujeres porque los estrógenos afectan la estructura venosa y porque el embarazo aumenta las presiones venosas en la pelvis y las piernas. Rara vez, las várices venosas forman parte del síndrome de Klippel-Trénaunay-Weber, que incluye fístulas arteriovenosas congénitas y angiomas capilares cutáneos generalizados.

Las várices venosas a veces se trombosan, lo que provoca dolor. Las várices venosas superficiales pueden producir ampollas venosas finas en la piel, que pueden romperse y sangrar después de un traumatismo mínimo. Con muy escasa frecuencia, este tipo de sangrado produce la muerte del paciente durante el sueño si pasa inadvertido.